Tejidos



Publicado en 7ka, 29/03/15
 
El concepto de tejido (social, cultural), así como la idea de red, nos remite siempre a un patrón básico que estructura la vida y que va desde el código genético y las redes neuronales hasta las esferas globales de comunicación. Así la idea de tejido y de red se han visto infladas en su significado y en sus diferentes aplicaciones. Pero el término sigue siendo tremendamente sugerente, sus ecos y sus huecos, nos permiten ir de lo micro a lo macro, viajar entre culturas y formas de vida además de entrelazar significados.

Ese es una de los principales atractivos de “Thread Routes”. El Museo Guggenheim Bilbao presenta “Las rutas del hilo, capítulos I, II y III”, una serie de películas en 16 mm. creada por la artista Kimsooja (Daegu, Korea, 1957). Este proyecto consta de seis capítulos filmados cada uno en una parte del mundo que conforman un mosaico de los elementos performativos que tienen en común las diferentes culturas textiles. La instalación se presenta con una disposición triangular para centrarse en los capítulos grabados en Perú, Europa y la India y nos revela, a través de la estrategia del documental no narrativo, la continuidad estructural existente entre lo textil, la arquitectura, la naturaleza, la agricultura y las relaciones de género. Se trata de una delicada poesía, de auténtica antropología visual que utiliza hábilmente el lenguaje de las imágenes para hacernos viajar por las sensaciones más allá del exotismo o la mera divulgación.

El sistema límbico es un sistema formado por varias estructuras cerebrales que gestionan respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Está relacionado con la atención, la memoria, los instintos sexuales, las emociones; lo límbico no deja de ser pues, un tejido que se conecta con los demás tejidos que nos dan forma. Este es el tema y el principal referente de “Límbica”, la exposición de OPN estudio en Bilbaoarte (hasta el 24 de Abril). Los escenarios "límbicos" representados y las obras que componen esta muestra usan el dinamismo y la sincronización, dando lugar a ilusiones ópticas mediante el uso la cinética mecánica y la robótica. Un trabajo que oscila entre la investigación tecno-científica y el diseño. El resultado es una serie de piezas de acabado exquisito y pulida presentación que se articulan en un montaje que juega con las luces y las sombras, proporcionando un sugerente teatro de formas.

“Comète, la red de evasión” es la exposición que presenta San Telmo Museoa en Donostia. Se trata de una instalación audiovisual sobre la red clandestina “Comète” que durante la Segunda Guerra Mundial ayudó a evacuar a combatientes aliados perseguidos por los nazis a través del río Bidasoa. La muestra, producida por Morgancrea y organizada por STM, el área de Derechos Humanos del Ayuntamiento de Donostia y DSS2016eu, recoge testimonios de supervivientes y familiares de aquella organización civil y humanitaria que logró repatriar a Gran Bretaña a cerca de 800 fugitivos desde la zona de conflicto, y recrea la ruta de un largo periplo que comenzaba en Bruselas y, tras cruzar ciudades como París, Baiona o Donosti, finalizaba en Gibraltar.
Diferentes tejidos y tramas que nos hablan de muy distintas cosas, pero que nos recuerdan que es la potencia conectiva de las personas y de sus inquietudes la que da sentido a la idea de red.

Belleza


Publicado en 7ka 22/03/15
Obra de Detritus para la exposición "Belleza a pesar de todo", en el KM de Donostia


En “El abuso de la belleza” (2005), Arthur C. Danto (Michigan, 1924) a quien también debemos “El fin del arte” (1984), sostiene que para una obra de arte contemporáneo la belleza es una especie de “delito estético”. A principios del siglo XX un objetivo primordial del arte era todavía lograr la delectación estética, pero en cierto momento la belleza se fue, se convirtió en una opción y no en una obligación. Así, la opción de hacer algo bello está indicada cuando contribuye al significado de la obra. Lo que Danto llama “belleza interna” tiene un recorrido más intelectual que meramente visual y nos indica que la obra tiene una función extra, además de presentarse para ser mirada. Pero la belleza sigue siendo un valor fundamental, su diversidad se abre y se hace compleja con el paso del tiempo. Imaginar un mundo sin belleza es como imaginar la vida sin bondad; es algo que nadie querría vivir. Por eso el arte nos somete continuamente a preguntas que en el fondo constituyen toda una aventura: la de re-conocernos en relación al mundo que vivimos.

Edertasuna hala ere / Belleza a pesar de todo es el título de la exposición que presenta Detritus (Donostia 1964) en la Ganbara del Koldo Mitxelena Kulturunea de Donostia hasta el 18 de abril. La obra de Detritus da pie a hablar de rasgos que han quedado ocultos tras la cortina del abatimiento, del trauma de vivir y del nihilismo dolorosamente productivo a través del cual se ha juzgado siempre su trabajo. Por eso, no puede pasarse por el alto el sincretismo cultural de su pintura, en la que se funden textos, citas, poesía y todo tipo de técnicas para componer imágenes fragmentadas, episodios que no tienen un espacio ni un tiempo único; cuadros dentro de cuadros e historias dentro de historias. Este espacio indefinido compone un escenario operístico, un limbo creado especialmente para que convivan personajes reales y ficticios, para que las ensoñaciones, los pensamientos visuales y los objetos de deseo, se acoplen a los textos con todo el vértigo y la zozobra de su estilo inconfundible. La angustiosa presencia de la figura humana ha ido ganando en definición y más allá de la virtud técnica de su representación se han disuelto las figuras de sujeto y objeto, y con ellas, aquello que separa el cuerpo del mundo. En esta exposición, el concepto de belleza nos interpela directamente porque no hay concesiones, hay preguntas dirigidas tanto a la razón como a las entrañas de quien observa todo este despliegue energético.

El “Creative commons film festival” (http://cineccdonostia.org/) aborda su “sección ecología” los días 24,25 y 26 de marzo en Centro Cultural Okendo de Donostia. El día 24 se proyectará “Requiem nuclear” dirigida por Sonia Llera; la crónica de un viaje que relata la historia de la energía nuclear a través de las experiencias y reflexiones de los primeros activistas antinucleares y que nos lleva hasta las obsoletas y amenazantes centrales de Garoña, Ascó y Vandellós.
El día 25, podrá verse “Fractura, la maldición de los recursos”, de Eduardo González, que aborda la fractura hidráulica o “fracking” y sus consecuencias medioambientales. Ya el día 26, la película “#Oligopoly 2: el imperio eléctrico contra todxs”, de Alba del Campo, nos relata la lucha contra el cambio climático.
Cine de resistencia y “Belleza, a pesar de todo” en la intención de compartir inquietudes y de abordar nuevas formas de rebeldía.

Paisajes y disparos

Ilustración de Francis Picabia para "Literature"
Publicado en 7ka, 15/03/15

Puede parecer que hay temas recurrentes o que “siempre vuelven”, pero la realidad es que son temas inagotables; se abordan porque suponen invariablemente una experiencia creativa y un experimento formal, además de una tentativa de relación con la sociedad. El paisaje es uno de estos temas, siempre estuvo ahí y sin embargo siempre hay nuevas “panorámicas”, porque para construir visualmente el paisaje basta con cambiar la dirección de la mirada. La naturaleza cultural del paisaje extiende su horizonte desde la representación hasta la fantasía, desde la imagen hasta el concepto. El paisaje en realidad no existe, es fruto de nuestra invención; no es sino que se hace. Este constructo, que nos permite interpretar cultural y estéticamente las cualidades de un territorio, lugar o paraje atraviesa la historia del arte para plantarse en nuestros días con toda la fuerza (o todas las dudas) de lo contemporáneo.

Koldo Mitxelena Kulturunea presenta “Paisaiaren murmurioa - Cuando el paisaje habla”, una completa exposición que revisa el concepto de paisaje desde diferentes perspectivas, temperaturas y matices. La incertidumbre está presente en el paisaje de la artista Iranzu Antona (Iruñea, 1979). La poesía y el paisaje se asocian en las obras de María Cueto, (Avilés, 1960). Arantxa Guereño (Donostia, 1955) nos acerca una naturaleza abstracta; Álvaro Matxinbarrena (Donostia, 1958) opta por el paisaje interior y autobiográfico. Pilar Soberón (Lasarte, 1971) usa la fotografía y el silencio del frío, mientras que Jaime de los Ríos (Donostia, 1982), propone visiones de un paisaje tecnológico. Las fotografías de Iñigo Royo (Donostia, 1962) buscan lo irrepresentable del paisaje, y las ruinas y la invasión implacable de la naturaleza aparecen en las  fotografías de Unai San Martín (Eibar, 1964). La plataforma colectiva de artistas Soinumapa.net, actualiza el mapa sonoro del Euskal Herria y Gentz del Valle (Lekeitio) recurre al poder evocador del dibujo para sugerir una naturaleza compleja y femenina.

Precisamente, lo femenino despunta como un grito en la exposición que presenta el museo Guggenheim Bilbao de la artista francesa Niki de Saint Phalle.
Desde la década de los cincuenta y hasta principios de este siglo, la obra de esta singular autora creció de una manera radicalmente libre. Saint Phalle es conocida por su serie Nanas, realizada en los años sesenta del siglo pasado, una personal visión del cuerpo de la mujer. Su obra siempre mantuvo una crítica directa a los cánones estéticos y sociales del papel de la mujer y ofreció una visión comprometida del matrimonio, la maternidad, etc. Este carácter activista también se puede observar en series como Novias, Alumbramientos, Diosas y Madres Devoradoras. La importante obra pública de Niki de Saint Phalle queda también recogida en esta exhaustiva exposición. Pero quizá lo más conocido de su obra sea la serie de pinturas titulada Disparos. La artista rellenaba bolsas de yeso con pintura y disparaba sobre ellas con un rifle en happenings con la participación del público. El resultado era un estallido de color que quedaba plasmado en las telas. Ni que decir tiene que estas acciones resultaron muy polémicas, abriendo un gran debate sobre los límites del arte y sobre el sentido de la transgresión y la desobediencia en la vanguardia artística.
Los disparos de Niki de Saint Phalle resuenan hoy en el paisaje del arte contemporáneo con el eco de una obra enigmática y comprometida.

Crónicas del frío



Publicado en 7ka, 08/03/15
La dimensión histórica del arte nos provee siempre de elementos para valorar la circunstancia actual. Saber de dónde venimos y qué llevamos en nuestra mochila cultural resultan ser datos fundamentales para conocer nuestra ubicación. La especulación sobre nuestro destino, el “a dónde vamos”, se lo hemos de encomendar a una vanguardia comprometida con su tiempo, o mejor dicho, comprometida con su futuro.
Al visitar una exposición como la del “EquipoCrónica” en el Museo de Bellas Artes de Bilbo (hasta mayo), no puede pasarse por alto su peso político y su significado en el relato histórico del arte en el Estado español. Tras la plúmbea introspección que había supuesto el informalismo de El Paso y el trabajo de artistas como Tapies o el propio Chillida, los artistas de finales de los sesenta empiezan a salir a la calle y a entender el mundo que les rodea: la industrialización incipiente (máquinas, coches, electrodomésticos), el turismo como clave del desarrollo y una asfixia política que resulta ser tan cruel como absurda.
“Equipo Crónica”, grupo fundado en 1964 por tres artistas valencianos, Rafael Solbes (1940-1981), Manuel Valdés (1942) y Joan Antoni Toledo (1940-1995), quien abandonaría el grupo a los pocos meses, estuvo activo hasta 1981 y supuso no solo un cambio de rumbo temático y formal sino también un experimento, “un grupo de trabajo, con métodos colectivos y fines supraindividuales”, tal como explican en su manifiesto de 1965.
Al calor del pop y de la llamada nueva figuración, el grupo se dio a conocer por el uso de tintas planas, la articulación de trabajos en series, el uso de imágenes procedentes de los medios de comunicación y la apropiación crítica de referentes de la historia y del arte. La completa exposición que presenta el Museo de Bilbo se articula en base a un recorrido expositivo que, además de acercarnos la obra de este hito ineludible que fue el Equipo Crónica, nos habla también de cómo el contexto sociopolítico incide en la creación artística.

Decíamos que la perspectiva de futuro se ha de solicitar a un arte comprometido con su tiempo. La Sala Rekalde de Bilbo presenta la exposición "helARTE es morirse de frío" de Laurita Siles (Málaga, 1981), cuya producción artística ha prestado siempre especial atención al lenguaje del folklore popular. La obra que presenta en Rekalde forma parte de un proyecto audiovisual llevado a cabo en tres localizaciones: Bizkaia, su lugar de residencia, Marbella, su lugar de origen e Islandia, en donde ha trabajado recientemente. Los vídeos de carácter documental, giran en torno a la expresión "helARTE es morirse de frio", un recurrente juego de palabras que sirve para analizar la situación de los creadores y creadoras del territorio.
Mutur Beltz, otro de sus proyectos, está protagonizado por las ovejas karranzanas de cara negra y que la artista une con el refrán islandés “Neyðin kennir naktri konu að spinna”, que en castellano quiere decir: “La necesidad enseña a la mujer desnuda a hilar”, tejiendo así materiales, vivencias y significados. El despliegue se completa con una selección de dibujos, bocetos y piezas de lana con las que la autora realizó una acción junto a Joseba Edesa el día de la inauguración.
Esta crónica del frío artístico actual bien podría dialogar con la muestra del “Equipo crónica” para hacernos entender la necesaria implicación del arte con su tiempo.