Publicado en 7ka, 26/10/14
La panorámica cultural y artística mantiene una
difícil relación con la agenda expositiva. De un lado está el arte, su proceso generador de emociones y de conceptos; de simbolización y de
construcción de lo social. De otro lado está la exposición, la exhibición, una
fase más de las trayectorias artísticas, un momento determinado que a veces parece
ser el único y el último. Pero en realidad existen métodos y propuestas que no
se ciñen enteramente a este modelo y que precisan de otro tipo de visibilidad o
de enunciación, que reclaman otras formas de mostrar, de integrarse o
desintegrarse en la escena social y cultural.
En este sentido hemos conocido muchas iniciativas
en Euskal Herria que, partiendo de la independencia de criterios y a través de
diferentes formas de gestión, cogestión o autogestión se han lanzado a la
búsqueda de esas nuevas formas de hacer, mostrar y pensar el arte y la cultura
desde la contemporaneidad. Su actividad quizá no aparezca en las agendas culturales
o no sirva para dar respaldo a ninguna institución, pero mantiene sin embargo una
relación directa con la vida creativa, con el tejido artístico y con la comunidad.
Es intención de esta Panoramika ir dando cuenta de esa vida y crear puentes con
su insustituible labor.
El puente de Deusto, por ejemplo, alberga esa forma
de vida en su interior. Desde hace ya tres años “Intervencionesartísticas en el puente de Deusto”,
un proyecto colectivo gestionado por artistas, en colaboración con la EHU / UPV,
viene ofreciendo una serie de actividades y exposiciones en este espacio de
titularidad municipal, tomando la caseta del puente como base de operaciones.
Según el colectivo la caseta “era un
ejemplo claro del desarrollo de las ciudades contemporáneas en las que se van
dejando atrás elementos que pueden funcionar si se estudian nuevos usos. La caseta
parecía invisible, aun siendo un elemento que colaboró en el desarrollo
industrial del contexto abriendo el puente a cada uno de los barcos que
navegaban la ría”.
La ubicación de esta iniciativa, tanto como su
planteamiento y sus objetivos, ha venido proporcionando a una larga lista de
jóvenes artistas la oportunidad de trabajar con el contexto, con unas
circunstancias de producción específicas y una localización estratégica.
"Metala Borrokan" es la instalación que presenta en
esta caseta hasta finales de Noviembre el artista Unai Requejo (Santurtzi,1982). El título hace referencia al lema reivindicativo de los
trabajadores del sector del metal y puede leerse en diversas pancartas de la
estancia. No en vano la memoria histórica del lugar sigue pesando en el
acercamiento que tienen los artistas a este emplazamiento tan significativo. La
frase "Metala Borrokan" aparece
como si se tratase del logo de una banda (de un grupo) de metal. La instalación
muestra una serie de imágenes de las coladas de altos hornos, de fuego y de hierro
incandescente, en las que los colores han sido alterados digitalmente. Los
colores del infierno productivo de las acerías de la margen izquierda se
convierten así en rojo, blanco y verde, alterando el sentido de las fotografías
y acercando hasta nuestros días el recuerdo de una dura lucha librada a un lado
y a otro del puente, arriba y abajo del mismo. La propuesta artística recoge
así los fragmentos deshilachados de la historia para reintegrarlos en nuestro
tiempo. Este puente permite ahora cruzar el espacio, el tiempo y sus versiones
oficiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario