Publicado en Kultura, Gara 20/09/12
Cartel |
Es momento de
preguntarse si el espejo en que se miraba la vanguardia histórica podría ser hoy
una puerta al futuro, un acceso a nuevas formas de pensar la política. Puede
que los tiempos hayan cambiado, pero ¿acaso los problemas importantes no son
los de siempre? El formato de “la fiesta del arte” también podría seguir ofreciendo
validez. Se trataría de imprimir un número ilimitado de invitaciones, de modo
que todo el mundo pueda asistir y disfrutar. La capacidad auto-paródica, la
sorpresa y el truco constituyen los mejores soportes para la subversión.
Así que la
actualización de la vanguardia y de sus estrategias, la astucia política y la
tecnología deberían trabajar juntas y en un mismo sentido. Esta posibilidad nos
ofrecería instrumentos para detectar y aprovechar las pendientes de esta
montaña suiza en la que estamos y que avanza hacia lo desconocido. La cuestión
es si abrocharse o no los cinturones.
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