R.O.

Publicado en Mugalari, Gara 6/10/09

Empezó a convertirse en una rutina. Cuando R. O. recortaba fotos de prensa al caer la tarde, precisamente cuando el periódico se desprendía de la actualidad con la que había aguantado el día frágilmente, lo hacía sin un objetivo concreto. Respetaba siempre el pie de foto y ajustaba el corte manteniendo el recuadro si existía. Puro automatismo.
R. O. seleccionaba las fotos llevado por el impacto de la acción retratada, por lo sorpresivo del tema, pero también por su valor simbólico, por sus valores compositivos (apreciados gracias al aprendizaje de la percepción visual de las artes) y por otros factores que más tarde descubriría.
Pasado un tiempo las cajas en las que guardaba las fotos rebosaban de imágenes de todos los tamaños, de todos los lugares, de todos los conflictos, sucesos, reuniones, manifestaciones, eventos y celebraciones (con predominancia del blanco y negro). Las imágenes se mezclaban en estos contenedores en insólitos acoplamientos de tiempo y espacio que a veces le gustaba forzar, disponiendo las fotos en un mismo plano.
Las tentaciones eran muchas; desde el uso del collage para recortar algunos elementos de ciertas fotos e integrarlos en otras escenas, hasta la intervención directa en la imagen con trazos, apuntes, notas. Y siempre, de fondo, la tentadora posibilidad de llevar todo este banco iconográfico a la pantalla del ordenador y poder componer así virtualidades de todo orden.
Pero lo mejor estaba por llegar porque no hubo que actuar sobre este gran archivo desde el exterior, sino que fue la propia selección de imágenes de R.O. la que buscó su razón de ser. Las fotos adquirieron con el tiempo la capacidad de vincularse, integrarse, fundirse. Los protagonistas de unas se mudaban a la contigua, los escenarios se interconectaban y las situaciones buscaban su mejor desenlace. Aquellas cajas de fotos mantenían una misteriosa y silente actividad, como un archivo vivo que trabajaba duro para R. O. Su proyecto para cambiar el curso de la historia estaba en marcha.



No hay comentarios: