Década

Publicado en Mugalari, Gara 14/01/11


Casi sin darnos cuenta (y con las orejas rosas) hemos aparecido en una nueva década, lo que podría suscitar una reflexión especial sobre cómo hemos llegado hasta aquí, de qué manera plantear la mirada hacia atrás y el modo en que la prospectiva, que tanto trabajo genera últimamente, puede o debe cobrar estatuto de proyecto. Desde nuestra libertad creativa podemos decidir incluso si ingresamos en una nueva década con cada nuevo año, lo que nos sitúa siempre en condiciones de observación diferentes y ante la necesidad de encontrar actualizaciones para nuestro sistema de orientación, un sistema que sea capaz de definir nuestras coordenadas contemporáneas.

Pero puestos a realizar una nueva observación, y admitiendo que en etapas inmediatamente anteriores hemos podido asistir al derrumbe (o a la voladura controlada) de la concepción lineal de la evolución del arte occidental, aceptando que existe una resistencia ante el final de la unidad de las bellas artes (convertida en falso debate), y prestando una especial atención a la presunta inadecuación de conceptos como “arte”, “obra”, “artista”, etc., el trabajo que queda por delante se antoja realmente problemático.

Es completamente seguro que no nos corresponde aquí y ahora otorgar características, apellidos o etiquetas a la década que dejamos o hemos querido dejar atrás, pero es bien cierto también que desde la circunstancia actual, convertida en balconada de alquiler, resulta fascinante reinterpretar el sentido y el significado de etapas anteriores para estimar su posible vigencia, revisar su estado de conservación y valorar la pertinencia o no de su cita.
Las nuevas producciones culturales se cuecen siempre en el caldo de la relectura de autores y obras a la luz de nuevos contextos, de la “paradoja permisiva”, que consiste en volver imposible la transgresión, y en las diferentes formas que presentan las utopías al ser neutralizadas una y otra vez por la institución… Y la próxima década, también.

No hay comentarios: